El Mediterráneo es más que un mar; es una forma de entender la vida, un carácter que se define por ser hospitalario, abierto y diverso. Y esa es la naturaleza de Barcelona, la cuidad que funciona como capital y puerta de entrada a Cataluña. Amigable y multicultural, esta ciudad está acostumbrada a recibir a gentes distintas partes que valoran su estilo de vida y que están dispuestas a compartirlo con ella de manera responsable. Gentes que muestran y expresan esta sensibilidad por la sostenibilidad de su territorio, de sus gentes y de sus pueblos.
Barcelona es una de las más visitadas del país, pero apuesta por un turismo responsable basado en la sostenibilidad económica, social, ambiental y cultural. En esa línea, la cuidad fomenta el transporte público no contaminante y estimula los desplazamientos en este medio, invitando a dejar a un lado el coche particular. Todo ello le ha valido ser la primera ciudad del mundo en obtener la certificación Biosphere. Por su riqueza cultural que ha forjado una identidad propia: por su autenticidad y su carácter emprendedor; por su encanto más allá de la ciudad…
Esta ciudad tiene a gala haber sabido conformar un tejido empresarial y comercial que va desde los comercios tradicionales emblemáticos hasta las innovadoras start-ups surgidas en los últimos años. En ella se respira una mezcla de cultura y ocio que forman parte de su riqueza: congresos, festivales internacionales de la música clasica y contemporánea, con el Sónar o el Primavera Sound como referentes, exposiciones…
La cultura no es el único incentivo que tiene el visitante para venir a la capital de Cataluña. Ese tejido comercial, único y singular, atrae también a quienes ven en esta ciudad una oportunidad de negocio.
Barcelona practica y defiende el Slow food y la filosofía del km 0. Es su manera de mostrar su reposanbilidad con los valores vinculados a la salud, a potenciar y dinamizar la productividad local y el cultivo ecológico, muy presentes también en su extensa red de mercados tradicionales. Fomenta el enoturismo y se presenta al mundo como tierra de vinos, con una extensa área vitivínicola muy próxima a la cuidad.
Más allá de su núcleo urbano, Barcelona guarda su atractivo: la naturaleza. ¿En qué otro sitio puedes disfrutar del senderismo o el esquí de montaña por la mañana y acabar el día relajándote escuchando las olas del mar?
Más información: http://visitbarcelona.com y Oficinas de Información Turística de Turismo de Barcelona.